En Bolivia sólo el 3% del territorio se cultiva, con un potencial de 15% para la agricultura intensiva y extensiva. Una de las razones para llegar a ese potencial es limitada por la erosión y la degradación del suelo. El proyecto se va a desarrollar acciones en dos agroecosistemas andinos y regiones del Chaco, reconocidos por su valor socioeconómico para la producción de cultivos y apoyar las necesidades de la población agroalimentaria. El proyecto trabajará en el fortalecimiento de las capacidades locales de la USFX-IASA, en investigaciones relacionadas a la compactación de los suelos, dichos conocimientos servirán para mejorar la producción de cultivos en suelos con potencial productivo, y reducir el problema del abandono de las tierras por los agricultores, debido a los problemas de compactación y el mal uso de la maquinaria agrícola, El uso del suelo se basa básicamente en la producción de cultivos de quinua, trigo, papa y maní, tradicionalmente se produce estas variedades a secano, con un período de uso del suelo hasta cuatro años en la región del Chaco, el abandono y la búsqueda de nuevas tierras es frecuente. Se iniciará con un estudio para evaluar el impacto de los efectos económicos y agroambientales de la compactación del suelo desde la perspectiva del agricultor, con la caracterización del uso de la tierra y la maquinaria en los campos agrícolas, la creación de una base de datos de información de estado local del suelo, para vincularlo a la plataforma TERRAMINO, vincular su uso por las organizaciones gubernamentales, universidades y los agricultores de Bolivia.